Cómo manejar la presión del tiempo para evitar el estrés
Según Jack Ferner (1980), el manejo de la presión del tiempo consiste en:
«un eficiente uso de nuestros recursos, incluyendo el tiempo, de tal forma que seamos eficaces a la hora de lograr objetivos personales importantes».
Diferentes estudios han demostrado que el manejo adecuado de la presión del tiempo reduce significativamente los niveles de estrés.
Manejar eficazmente el tiempo nos ayuda evidentemente a emplearlo de una forma óptima, evitando así incrementar los síntomas de estrés relacionados con un manejo deficiente.
Uno de los resultados favorables del correcto manejo de la presión del tiempo es la posibilidad de disponer de más tiempo para realizar cosas que hacen que la vida merezca la pena.
Dos prioridades que consideramos importantes para toda persona deberían ser el tiempo para cultivar pasatiempos, aficiones e intereses, y el tiempo para cultivar las relaciones familiares próximas.
El manejo del tiempo se consigue mediante técnicas de control que podemos utilizar durante breves períodos de tiempo y que debemos dejar de lado cuando se ha hecho el trabajo.
Barreras para manejar la presión del tiempo.
En este punto lo importante es reconocer que existen barreras que nos impiden manejar de forma eficaz la presión del tiempo incrementando nuestros niveles de estrés.
Estas barreras muchas veces las pasamos por alto y no nos percatamos de la influencia que tienen como “ladrones de tiempo” veamos las más comunes:
- La confusión.
- La indecisión.
- La difusión.
- Postergar “dejarlo para mañana”
- Las interrupciones.
La confusión y la presión del tiempo.
La confusión hace referencia a no tener una idea clara de hacia dónde nos dirigimos y qué es lo que queremos conseguir.
No tener metas claras, objetivos o un planteamiento claro de un camino personal a corto, mediano y largo plazo resulta uno de los mayores errores en el manejo de la presión del tiempo.
La solución radica en establecer objetivos y revaluarlos periódicamente para disminuir los niveles de estrés.
Veamos algunas directrices:
- Establecer objetivos claros, específicos y alcanzables.
- Asignar una prioridad a cada objetivo.
- Identificar las tareas pequeñas relacionadas con los objetivos que puedan llevarse a cabo en periodos breves de trabajo.
- Establecer fechas para la terminación de las tareas pequeñas.
- Revaluar los objetivos periódicamente.
Para poder manejar la presión del tiempo lo mejor es plantearse objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Los objetivos a largo plazo los podemos definir con la pregunta:
¿Dónde quiero estar dentro de cinco años y que tengo que hacer para llegar allí?
Los objetivos a mediano plazo deberían abordar la cuestión de:
¿Dónde quiero estar dentro de un año?
Los objetivos a corto plazo deberíamos poder realizarlos semanalmente o quizá de forma mensual y deben dirigirse al cumplimiento de nuestros objetivos a mediano y largo plazo.
Para evitar el estrés, debemos hacer una lista diaria de cosas por hacer, podemos ayudarnos de una agenda electrónica o si se prefiere en papel.
Es fundamental asignar prioridades a cada objetivo, hacer una lista con lo que se quiere lograr en los períodos de largo, medio y corto plazo.
Posteriormente ordenamos la lista empezando con los objetivos más importantes y terminando con los menos importantes.
Por último, se distribuye la mayor parte del tiempo entre los cinco primeros puntos de nuestra lista, es decir, los más importantes.
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La indecisión y la presión del tiempo.
La indecisión resulta ser un error muy frecuente que nos impide manejar el tiempo, en otras palabras, hacemos referencia a no tomar una decisión que resulta necesaria.
Si nosotros postergamos la toma de decisiones, entonces las circunstancias nos fuerzan generalmente a volver a la misma decisión hasta que resolvamos el asunto pendiente.
La decisión aplazada sigue dando vueltas en nuestra mente aumentando el estrés y la tensión, consumiendo energía mental que podría utilizarse en otras tareas que también son necesarias.
La indecisión puede surgir debido a diversos factores psicológicos.
El estrés puede provenir de otras áreas de la vida y minimizar las capacidades para la toma de decisiones exitosas.
Puede también provenir del miedo profundo a tomar una decisión equivocada.
Otras veces puede surgir de la pérdida de interés en el trabajo o la disminución de la motivación.
Siempre puedes buscar ayuda psicológica, recuerda que en Neuropcion Centro Psicológico contamos con tratamientos psicológicos para adultos.
SI tienes problemas con el estrés haz una cita con uno de nuestros psicólogos en línea o inicia terapia presencial.
En resumen.
El estrés es una reacción de nuestro organismo que nos permite adaptarnos a diferentes situaciones que requieren permanecer alerta e hipervigilantes.
Cuando experimentamos síntomas de estrés por un periodo prolongado de tiempo puede ocasionar daños a nuestra salud física y mental.
El manejo eficaz del tiempo reduce significativamente los niveles de estrés ocasionados por la presión del tiempo.
Existen barreras que nos impiden manejar de forma eficaz el tiempo:
- La confusión.
- La indecisión.
- La difusión.
- Postergar, “dejarlo para mañana”
- Las interrupciones.
La confusión hace referencia a no tener metas claras y objetivos, establecer objetivos realistas, alcanzables y asignar prioridades a nuestras obligaciones es la forma correcta de afrontarla.
La indecisión resulta ser un error muy frecuente y hace referencia a no tomar una decisión que resulta necesaria, aplazar la toma de decisiones nos genera síntomas de estrés.
Si tienes dudas, comentarios o sugerencias te invitamos a escribirlas en el área de comentarios, estaremos atentos a responderlas.
Fuentes de consulta
Lehto, A. M. (1998). Time pressure as a stress factor. Loisir et société/Society and leisure, 21(2), 491-511. Enlace
Jiri Zuzanek (1998) Time Use, Time Pressure, Personal Stress, Mental Health, and Life Satisfaction from a Life Cycle Perspective, Journal of Occupational Science, 5:1, 26-39, DOI: 10.1080/14427591.1998.9686432
