Trastornos del sueño

Trastornos del Sueño.

Según datos publicados por la Universidad Nacional Autónoma de México estiman que el 45% de los mexicanos presenta mala calidad del sueño.

La mala calidad del sueño ocasiona somnolencia excesiva la cual se relaciona a pobre calidad de vida, discapacidad y muerte prematura.
El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes, se ha demostrado que puede afectar el sistema inmunológico y reducir nuestra capacidad de aprendizaje.
De hecho, cuando es crónico aumenta el riesgo de padecer obesidad, trastornos psicológicos, demencia, Alzheimer, infartos cerebrales y del corazón.

¿Qué son los trastornos del sueño?

Los trastornos del sueño se caracterizan por el desarrollo de un conjunto de síntomas relacionados con la falta o el exceso de sueño que afectan de forma importante la calidad de vida, la salud física y la salud mental.
Las personas que padecen alguno de los trastornos del sueño se sienten insatisfechos con la calidad, cantidad y horario del sueño.
Esto es porque el sueño es un proceso fisiológico esencial para el funcionamiento diario y la salud en general.

¿Qué es el sueño?

El sueño es un período de inconsciencia durante el cual el cerebro permanece activo.
Algunas de las características básicas de este proceso son:

  • Disminución de la conciencia y reactividad a los estímulos externos.
  • Es un proceso fácilmente reversible.
  • Se asocia a inmovilidad y relajación muscular.

La calidad del sueño resulta fundamental ya que interviene en diversos procesos biológicos de gran relevancia, por ejemplo:

  • Conservación de la energía,
  • Regulación metabólica,
  • Consolidación de la memoria,
  • Eliminación de sustancias de desecho,
  • Activación del sistema inmunológico.

El sueño se divide en 2 fases o estados:

  • El sueño sin movimientos oculares rápidos.
  • El sueño con movimientos oculares rápidos.

En el sueño sin movimientos oculares rápidos podemos distinguir tres fases principales:

  • Fase 1. Esta fase se corresponde con la somnolencia o el inicio del sueño ligero, la actividad muscular disminuye y pueden observarse algunas breves sacudidas musculares.
  • Fase 2. Esta fase se caracteriza porque la temperatura, la frecuencia cardiaca y respiratoria comienzan a disminuir paulatinamente.
  • Fase 3. También conocida como sueño de ondas lentas. esta es la fase de sueño sin movimientos oculares rápidos más profunda.

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En el sueño con movimientos oculares rápidos podemos distinguir una fase principal:

  • Fase R. Se caracteriza por la presencia de movimientos oculares rápidos, el tono muscular disminuye, la frecuencia cardiaca y respiratoria se vuelve irregular e incluso puede incrementarse.

Un adulto joven pasa entre 70 y 100 minutos en el sueño sin movimientos oculares rápidos para después pasar al sueño con movimientos oculares rápidos, el cual puede durar de 5 a 30 minutos, y este ciclo se repite cada hora y media durante el periodo de sueño.
La cantidad y calidad del sueño es muy variable entre las personas ya que está relacionado con múltiples factores como edad, sexo, nutrición, etc.
Como hemos visto, el sueño cumple una función restauradora tanto física como psicológica:

  • El sueño sin movimientos oculares rápidos contribuye a restaurar la energía física.
  • El sueño con movimientos oculares rápidos contribuye a restaurar la energía intelectual o cognitiva.

Las diferentes alteraciones del sueño, ya sea por exceso o déficit del mismo, están relacionados con problemas psicológicos como, irritabilidad, ansiedad, impaciencia y depresión.
También se ha relacionado con enlentecimiento en el tiempo de reacción, problemas de memoria, menor capacidad de adaptación a situaciones nuevas, así como déficit de atención y concentración en tareas concretas.

trastornos del sueño

El sueño es un proceso fisiológico esencial para la salud física y mental ya que cumple diversas funciones restauradoras.

Trastornos del Sueño.

Los trastornos del sueño más comunes son:

  • Trastorno de insomnio
  • Trastorno de hipersomnia.
  • Narcolepsia.
  • Trastornos del sueño relacionados con la respiración.
  • Trastornos del ritmo circadiano de sueño – vigilia.
  • Trastornos del despertar del sueño no REM.
  • Trastorno de pesadillas.
  • Trastorno del comportamiento del sueño REM.
  • Síndrome de las piernas inquietas.

Trastorno de insomnio.

El trastorno de insomnio es de los trastornos del sueño más comunes, se caracteriza por la dificultad para iniciar o mantener el sueño.
En otras palabras, el insomnio puede aparecer en diferentes momentos del período del sueño.

  • El insomnio del comienzo del sueño o insomnio inicial consiste en la dificultad para quedarse, dormido en el momento de acostarse.
  • El insomnio de mantenimiento del sueño o insomnio medio se manifiesta mediante frecuentes o largos despertares durante la noche.
  • El insomnio tardío implica el despertar temprano con incapacidad para volverse a dormir.

Para el diagnóstico clínico del trastorno de insomnio generalmente se considera que las dificultades con el sueño están presentes por lo menos tres noches a la semana durante un periodo mínimo de tres meses.
Además, es importante que los síntomas ocasionen malestar y deterioro importante durante el día.
Esto es debido a que el insomnio puede ser situacional, es decir, durar unos pocos días o semanas y estar relacionado con acontecimientos vitales, cambios de horario o del entorno.

Síntomas del trastorno de insomnio.

El insomnio ocasiona los siguientes síntomas:

  • Fatiga,
  • Disminución de la energía.
  • Alteraciones del estado de ánimo.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Trastornos depresivos.

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Trastorno de hipersomnia.

El trastorno de hipersomnia se desarrolla a pesar de haber dormido durante al menos 7 horas.
Se caracteriza por síntomas de excesiva cantidad de sueño que se manifiesta por dificultad para despertar o incapacidad para mantenerse despierto cuando se requiere.
Inercia del sueño que es un período de alteración del rendimiento y de vigilancia reducida tras el despertar de un episodio de sueño habitual o de una siesta.
Las personas con hipersomnia suelen dormir durante el día a pesar de la duración del sueño nocturno.
Estas siestas diurnas suelen ser relativamente largas a menudo duran una hora o más, pero se siente que no son reparadoras, es decir, no se descansa y no conducen a un aumento en la alerta.
La necesidad persistente de dormir puede ocasionar conductas que la persona realiza con poco o ningún recuerdo posterior.
Los episodios de sueño involuntario pueden presentarse en situaciones de baja estimulación y de baja actividad, por ejemplo; en conferencias, leyendo o al conducir, pero en los casos más graves pueden manifestarse en situaciones que requieren gran atención, como en el trabajo, en las reuniones o en los encuentros sociales.

Narcolepsia.

La narcolepsia se caracteriza por la excesiva somnolencia y ataques de sueño durante el día.
Los rasgos esenciales de la somnolencia en la narcolepsia son las siestas diurnas recurrentes o los, lapsus de sueño.
La narcolepsia produce cataplejía, que se presenta frecuentemente como episodios breves (segundos o minutos) de pérdida repentina del tono muscular que se desencadena típicamente por la risa y las bromas.
Los músculos que se afectan pueden ser los del cuello, la mandíbula, los brazos, las piernas o todo el cuerpo, dando como resultado la oscilación de la cabeza, la caída de la mandíbula incluso caídas totales.
Durante la cataplejía, las personas están despiertas y son conscientes.

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Trastornos del sueño relacionados con la respiración.

Son tres los trastornos del sueño relacionados con la respiración.

Apnea e hipopnea obstructiva del sueño:


Se caracteriza por episodios repetidos de obstrucción del sistema respiratorio (apneas e hipopneas) durante el sueño.
La apnea se refiere a la ausencia total de flujo aéreo, y la hipopnea se refiere a una reducción en el flujo aéreo.
Cada apnea o hipopnea representa una reducción en la respiración de al menos 10 segundos de duración en los adultos o dos respiraciones perdidas en los niños.
Los síntomas relacionados con este trastorno son:
1) Alteraciones de la respiración nocturna, por ejemplo, ronquidos, resoplidos, jadeo, pausas respiratorias.
2) Somnolencia diurna, fatiga o sueño no reparador a pesar de las condiciones suficientes para dormir.

Apnea central del sueño.

Los trastornos de apnea central del sueño se caracterizan por episodios repetidos de apneas e hipopneas durante el sueño, causados por la variabilidad del esfuerzo respiratorio.
Son trastornos en los que los fenómenos respiratorios suceden con un patrón periódico o intermitente.
La apnea central del sueño idiopática se caracteriza por somnolencia, insomnio y despertares debidos a la dificultad respiratoria que se asocia a cinco o más apneas centrales por hora de sueño.

Hipoventilación relacionada con el sueño.

Este trastorno se caracteriza por el desarrollo de episodios en los que disminuye la respiración.

Estos episodios de hipoventilación suelen hacer que la persona se despierte con frecuencia y presente alteraciones del ritmo cardiaco.

Las personas presentan somnolencia excesiva, insomnio, dolores de cabeza matinales.

También, pueden presentar problemas de atención, memoria, percepción y síntomas relacionados con depresión.

Trastornos del ritmo circadiano de sueño – vigilia.

Estos trastornos del sueño se caracterizan por interrupciones del sueño recurrentes ocasionadas por alteraciones del sistema circadiano (el sistema circadiano se refiere al ciclo diario de 24 horas).

Estas alteraciones pueden desarrollarse debido al entorno, horarios sociales, laborales etc.

Hábitos de sueño saludables.

La higiene del sueño se refiere a un grupo de estrategias indispensables para conciliar un sueño efectivo y reparador.

Entre las medidas para la higiene del sueño se encuentran, por ejemplo: fijar horarios para levantarse y acostarse, realizar actividades en horarios específicos, disminuir el uso de dispositivos electrónicos, etc.

Implementar estas prácticas para una rutina de higiene del sueño de forma consciente, facilitará la conciliación del sueño nocturno normal.

Veamos algunos ejemplos:

  • Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
  • Si tiene la costumbre de tomar siestas no exceder los 45 minutos
  • Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse, y no fumar.
  • Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse.
  • Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse. Un refrigerio ligero antes de acostarse es aceptable.
  • Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
  • Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
  • Encontrar una configuración de temperatura de sueño cómoda y mantener la habitación bien ventilada.
  • Bloquear todo el ruido que distrae y eliminar la mayor cantidad de luz posible.
  • Reservar la cama para dormir y el sexo, evitando su uso para el trabajo o la recreación general.

Por el contrario, el desarrollo de hábitos de sueño negativos trae consigo múltiples problemas tanto a nivel fisiológico como afectivo.

Además, la pérdida de sueño acumulada conduce a una amplificación de las emociones negativas en respuesta a las experiencias diurnas perturbadoras.

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