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¿Qué es Esquizofrenia?

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La esquizofrenia es un trastorno mental crónico, las investigaciones disponibles sugieren que se desarrolla debido a la interacción de factores genéticos, ambientales y psicosociales.

Los síntomas suelen aparecer en un periodo que va de la adolescencia a los 35 años en promedio.

El desarrollo de los síntomas de la esquizofrenia suele ser lento y gradual en la mayoría de las personas.

Datos de la Organización Mundial de la Salud, indican que a nivel mundial 24 millones de personas padecen esquizofrenia.

En otras palabras, se estima que 1 de cada 300 personas en el mundo padece este trastorno mental.

En México, datos publicados en el portal de la Secretaría de Salud, informan que más de un millón de personas padecen esquizofrenia.

Es decir, en nuestro país cerca del 1% de la población padece este trastorno mental.

Si comparamos estos datos con las principales causas de enfermedad en México 2019 publicados por Statista, en los cuales se informa que:

  • 677 mil personas enfermaron por problemas relacionados con la obesidad.
  • Y 1 millón 400 mil personas enfermaron por úlceras, gastritis y duodenitis.  

Podemos sugerir que la esquizofrenia es un trastorno mental frecuente en nuestro país.

A pesar de esto, las personas diagnosticadas con este trastorno suelen ser víctimas de estigma y violación de sus derechos humanos.

El estigma se configura por tres factores:

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  • Ignorancia o falta de conocimiento sobre la condición de una persona.
  • Prejuicio o desarrollo de actitudes negativas.
  • Discriminación o la conducta dirigida a excluir o rechazar a determinadas personas.
esquizofrenia

Una prueba de esto son los mitos y conceptos erróneos acerca de las enfermedades mentales presentes en nuestra sociedad.

Por ejemplo, se piensa que las personas con esquizofrenia son agresivas y peligrosas además de incapaces para tomar decisiones.

Al respecto, se realizó un estudio en el cual participaron 104 estudiantes de medicina que cursaban el primer año de carrera y habían concluido las asignaturas en materia de salud mental.

El objetivo del estudio fue medir la capacidad de los estudiantes para reconocer una enfermedad mental, su tratamiento y sus actitudes en relación con la percepción de agresividad.

Del total de participantes solo el 37% fue capaz de identificar la presencia de una enfermedad mental en las pruebas realizadas.

También, el 75% de estudiantes, consideró que las personas con esquizofrenia o trastorno bipolar eventualmente se comportarían de manera agresiva

Los resultados de este estudio publicado en la revista Salud Mental evidencian el estigma prevaleciente entre los futuros médicos.

El estigma tiene un impacto directo en el diagnóstico oportuno y los tratamientos de los pacientes que frecuentemente se demoran en las personas que han sido víctimas de esta conducta.

¿Qué es esquizofrenia?

La esquizofrenia es una enfermedad o trastorno mental crónico que afecta de forma importante la conducta, el pensamiento y las emociones.

Es un trastorno cuya sintomatología varía de forma importante de persona a persona.

Es decir, con frecuencia los síntomas de esta enfermedad se desarrollan de forma diferente en cada persona.

¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, también conocido como DSM V, establece los siguientes síntomas característicos de la esquizofrenia:

  • Delirios.
  • Alucinaciones.
  • Discurso desorganizado.
  • Comportamiento muy desorganizado o catatónico.
  • Síntomas negativos.
  • Disfunción social, laboral y en el cuidado personal.

Veamos más a fondo todo esto:

Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en tres categorías:

Síntomas positivos, que incluyen la presencia de alucinaciones y delirios.

Las alucinaciones son percepciones que no corresponden con ningún estímulo, pero pueden ser tan reales para la persona que obstaculizan su capacidad para distinguir la realidad, por ejemplo:

Es habitual que las personas escuchen voces que solo ellas pueden escuchar.

El delirio es un estado mental que causa confusión, desorientación e imposibilita a la persona pensar o recordar con claridad.

También, dentro de los síntomas positivos podemos encontrar:

Pensamiento desorganizado y disfuncional.

Patrones extraños en el discurso.

Ideas y planes extraños.

Emociones inapropiadas.

Estos síntomas conocidos como positivos afectan la facultad de la persona para cuidar de sí misma.

Ahora veamos los síntomas negativos:

Los síntomas negativos se dividen en dos grupos:

Síntomas mentales negativos, que incluyen:

  • Falta de interés en el mundo.
  • Desconexión social.
  • Incapacidad para sentir o expresar placer.
  • Falta de motivación.
  • Dificultad para hablar.

Síntomas negativos físicos:

  • Falta de expresión en el rostro.
  • Habla monótona.
  • Falta de contacto visual.
  • Inactividad física.

Por ejemplo, la persona con esquizofrenia habitualmente evita las relaciones sociales, permanece encerrada, puede permanecer todo el día en cama o sentada.

¿Cómo se desarrolla la esquizofrenia?

Las investigaciones sugieren que la esquizofrenia es un trastorno mental que se desarrolla en tres fases:

  • Fase premórbida.
  • Fase prodrómica.
  • Fase psicótica.

La fase premórbida se caracteriza por un funcionamiento normal de la persona, pero es en esta fase en donde se presentan eventos que contribuyen al desarrollo del trastorno.

Algunas experiencias asociadas con el desarrollo de esquizofrenia son:

  • Complicaciones durante el embarazo.
  • Experiencias traumáticas durante la infancia.
  • Estrés familiar durante la infancia, entre otras.

La fase prodrómica se caracteriza por el inicio de los cambios en la funcionalidad de la persona y culmina con el inicio de la fase psicótica.

La duración de esta fase es muy variable, desde un par de semanas hasta un periodo máximo de entre dos a cinco años.

Algunos síntomas relacionados con la fase prodrómica son:

  • Alteraciones del sueño.
  • Ansiedad.
  • Irritabilidad.
  • Ánimo depresivo.
  • Poca concentración.
  • Fatiga.
  • Disminución en el funcionamiento global.
  • Aislamiento social.

Por ejemplo, pueden perder el interés en sus actividades habituales, hábitos de higiene personal y alejarse de familiares y amigos.

Por último, tenemos la fase psicótica la cual se divide en tres fases:

  • Fase psicótica aguda.
  • Fase de recuperación o estabilización.
  • Fase estable.

Por lo general, el primer episodio psicótico puede parecer poco importante o por el contrario alarmante.

La duración estimada entre el inicio de los primeros síntomas y el comienzo del tratamiento oscila entre 1 o 2 años.

La fase psicótica aguda se refiere a la presencia de síntomas que afectan diferentes funciones como:

  • La percepción.
  • Los contenidos y procesos del pensamiento.
  • Los sentimientos.
  • La conducta.
  • La atención.
  • La concentración.
  • La motivación y el juicio.

Debido a la afectación que sufre la persona en estas áreas, desarrolla un deterioro en el funcionamiento social y laboral.

Los síntomas que se presentan en la fase aguda de la esquizofrenia se han dividido en tres categorías:

  • Síntomas positivos.
  • Síntomas negativos.
  • Síntomas desorganizados.

Los síntomas positivos son aquellos como las alucinaciones y los delirios.

Los síntomas negativos incluyen:

  • La disminución de las expresiones emocionales conocido como afecto aplanado.
  • La disminución en la producción del pensamiento y lenguaje conocido como alogia.
  • La disminución en la sensación de placer conocido como anhedonia.
  • La disminución en la iniciación de la conducta dirigida a objetivos o avolición.

Recientemente se han dividido los síntomas negativos en:

  • Síntomas negativos primarios.
  • Síntomas negativos secundarios.

Los síntomas negativos primarios son afecto aplanado, alogia, abulia y anhedonia, los cuales son característicos de la esquizofrenia.

Los síntomas negativos secundarios tales como el aislamiento social se deben a la presencia de síntomas psicóticos agudos o por efectos secundarios del tratamiento farmacológico.

Por último, los síntomas desorganizados son:

  • Disminución en la habilidad para captar e interpretar información y tomar decisiones.
  • Problemas para sostener la atención.
  • Alteraciones en la capacidad para retener información reciente y utilizarla.

La fase de estabilización o recuperación se refiere a un periodo de 6 a 18 meses posterior al inicio del tratamiento.

La fase de recuperación es seguida por la fase estable.

En la fase estable pueden presentarse síntomas negativos y síntomas positivos conocidos como síntomas residuales, pero son menos severos que en la fase aguda.

En la última fase, algunos pacientes pueden permanecer sin síntomas mientras que otros pueden presentar síntomas como: tensión, ansiedad, depresión o insomnio.

Todos estos síntomas afectan de forma importante a la persona que padece esquizofrenia.

Tratamiento de la esquizofrenia.

El tratamiento de primera mano para la esquizofrenia es de tipo farmacológico.

El médico psiquiatra es el encargado de formular el tratamiento óptimo para cada persona.

La función de los psicofármacos es disminuir y eliminar los síntomas de la esquizofrenia.

La duración del tratamiento farmacológico es variable en función del cuadro clínico del paciente, pero suele recomendarse por periodos que van de los 12 meses a permanentes.

Algunas personas suelen presentar resistencia al tratamiento farmacológico, es decir, los fármacos no consiguen el efecto deseado.

Esta resistencia se debe a diferentes causas, por ejemplo:

  • Factores biológicos relacionados con el metabolismo y absorción de los fármacos.
  • Factores relacionados con la efectividad del fármaco en cada persona.
  • Factores relacionados con el paciente como lo son; el cumplimiento en la toma de la medicación y el abandono del tratamiento.

Los fármacos utilizados para el tratamiento de la esquizofrenia por lo general ocasionan efectos secundarios desagradables en las personas.

Algunos de estos efectos secundarios pueden ser:

  • Alergias.
  • Sequedad de boca.
  • Visión borrosa.
  • Estreñimiento.
  • Rinitis.
  • Aumento de peso.
  • Sedación.
  • Confusión.
  • Taquicardia.
  • Vomito.
  • Estreñimiento.
  • Parkinson, entre otros.

Los efectos secundarios, en combinación con las características de la esquizofrenia, muchas veces dificultan el apego al tratamiento.

En todo caso, los efectos secundarios de los fármacos deben discutirse con el médico psiquiatra con la finalidad de ajustar o cambiar el tratamiento.

Los pacientes con esquizofrenia deben permanecer bajo estricta vigilancia del médico psiquiatra para lo cual se establece un programa de consultas periódicas.

Para lograr una verdadera rehabilitación del paciente con esquizofrenia, el tratamiento farmacológico debe combinarse con psicoterapia.

El tratamiento psicológico tiene como objetivo principal ofrecer psicoeducación tanto a familiares como al paciente.

La psicoeducación consiste en proporcionar información acerca de la enfermedad.

Explicar la importancia del apego al tratamiento farmacológico.

Prevención de recaídas.

También, la ayuda psicológica busca minimizar las incapacidades psicosociales presentes en los pacientes con esquizofrenia.

La terapia psicológica se enfoca en 5 áreas básicas:

  • Área ocupacional o laboral.
  • Área social o de relaciones interpersonales.
  • Área económica.
  • Área de pareja y sexualidad.
  • Área familiar.

Al inicio del tratamiento se manejan aspectos importantes relacionados con el manejo de la enfermedad.

Posteriormente se busca desarrollar habilidades que permitan al paciente mejorar en cada una de las áreas del tratamiento.

Las personas con esquizofrenia habitualmente tienen dificultades para tener y mantener un empleo, debido a esto no tienen ingresos y dependen económicamente de su familia.

Su problemática psicosocial se agudiza, debido al aislamiento social característico de la esquizofrenia, por lo cual no tienen amigos y su red de apoyo social es reducida.

De igual forma las relaciones familiares afectan el funcionamiento psicosocial de las personas con esquizofrenia, sobre todo si existe un ambiente de crisis familiares.

El tratamiento psicológico requiere que el paciente se encuentre en tratamiento farmacológico.

Las investigaciones han demostrado que la combinación de los tratamientos farmacológicos y psicológicos producen los mejores resultados.

¿Cómo ayudar a una persona con esquizofrenia?

Para un familiar o amigo de una persona con esta enfermedad suele ser un enigma como responder ante ciertas circunstancias o como apoyar sin crear conflictos.

A continuación, vamos a sugerir algunas formas en las cuales podemos ofrecer apoyo.

Podemos ayudarlos en las tareas diarias.

Probablemente tengamos infinidad de ideas con las cuales ayudar a incrementar su bienestar.

Lo primero que debemos hacer es comprender que la persona sigue siendo o lucha por ser completamente independiente.

De hecho, muchas veces no desean o no necesitan que los demás se hagan cargo por completo de sus cosas.

Cuando queramos ayudarles en alguna tarea, lo mejor es preguntar:

¿Qué puedo hacer para ayudarte?

También podemos dirigirnos a situaciones específicas, por ejemplo:

Ya no tienes nada en la despensa… ¿Quieres que te acompañe a la tienda?

Me gustaría quedarme a comer contigo… ¿Cómo ves si primero lavamos los platos?

Algunas veces la persona no puede hacer el quehacer, mandados o la limpieza.

Probablemente no sea necesario hacernos cargo de esas cosas y resulte más útil motivarlos a realizar las tareas.

En este caso, es importante preguntarle si por algún motivo no puede realizar dichas tareas.

Quizá no hizo limpieza porque no cuenta con el material necesario y no lo ha comprado por que tiene miedo de salir.

Entonces, podemos ayudarle comprando el material o preguntándole si prefiere que lo acompañemos a comprarlo.

Podemos ofrecer apoyo social y emocional.

Es muy importante visitarlo con frecuencia, aunque solo sea para preguntar si necesita algo, si se encuentra bien.

Por lo general rechazan la ayuda, pero no debemos dejar de ofrecerla.

También, es muy útil invitarlo a hacer alguna actividad juntos, dar un paseo, ver TV, ir de compras.

Podemos motivarlos a cumplir su tratamiento.

El tratamiento psicológico y farmacológico es de suma importancia para las personas con esquizofrenia.

Por lo general son tratamientos a largo plazo que requieren constancia y compromiso.

Podemos ayudar preguntando acerca del tratamiento y en caso necesario ofrecer ayuda sin juzgar, criticar o culpar.

Por ejemplo:

¿Cómo va la terapia? ¿Te está ayudando el psicólogo?

¿Te gustaría configurar juntos un recordatorio para la toma de tus medicamentos?

¿Puedo llevarte a terapia esta semana?

Debemos evitar

¿Estas tomando tu medicamento como lo indico el doctor?

¿Si estas asistiendo a tu terapia?

Acuérdate que por ningún motivo debes dejar de tomar tu medicina.

Lo que debemos evitar al ayudarlos.  

Cuando una persona con esquizofrenia nos platica acerca de sus alucinaciones o delirios debemos evitar a toda costa decirles: Eso no puede ser real, es tu imaginación.

Para la persona estos síntomas son reales y cuando los negamos solo conseguimos que deje de confiar en nosotros.

En lugar de intentar contradecirlos, podemos decirles: Debe ser muy molesto escuchar esas voces, lo que me cuentas parece ser estresante.

Debemos evitar a toda costa juzgar o culpar a la persona por su padecimiento.

La persona no puede evitar padecer esquizofrenia, no puede controlar los síntomas, muchas veces a pesar de estar en tratamiento farmacológico.

Podemos ayudar siendo compasivos y respetuosos, ofrecer apoyo para consultar al especialista en caso necesario.

Debemos apoyarlos en caso de emergencia.

Es muy importante apoyarlos cuando las situaciones se están saliendo de control, por ejemplo:

  • Cuando presenta síntomas graves.
  • No reconoce su entorno.
  • No reconoce a sus seres queridos.
  • Habla cosas sin sentido.
  • Su conducta lo pone en riesgo.
  • Tiene ideas suicidas.

En este caso es útil contactar a su médico, no dejarlos solos o en su caso llevarlo al servicio de urgencias del hospital psiquiátrico.

En este caso es recomendable.

  • Hablarles con voz clara y tranquila.
  • Evitar tocarlos sin preguntarles primero.
  • Mantener la comunicación simple, clara y sencilla.
  • Evite alterarlos, confrontarlos o regañarlos.
  • Por ningún motivo use la violencia.

No debemos olvidar que nuestro apoyo, comprensión y respeto son fundamentales para su recuperación.

En todo momento debemos recordar que son personas que padecen un trastorno mental que afecta su comportamiento y pensamiento.

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