Muchas personas buscan alguna forma o actividad con la que puedan sentirse mejor.
Algunas de ellas, inician actividades tales como sesiones de ejercicio físico, yoga o meditación, todas ellas sabemos influyen positivamente en el nivel de bienestar y ayudan para sentirnos mejor.
Pero en esta ocasión, analizaremos diferentes estudios publicados en la revista Psychological Science, acerca de qué hacer para sentirnos mejor.
Y se demuestra que una respuesta para esta cuestión parece ser “dar”.
En una sociedad como la nuestra, en la que muchas personas necesitan ayuda, y otras tantas buscan dar sentido a su vida, dar es una conducta con beneficios mutuos.
El acto de dar, por un lado, puede ayudar a los que más lo necesitan, y, por otro lado, mejorar el bienestar de los donantes.
En otras palabras, dar a los demás, puede ayudarlos, pero también puede ayudarnos para sentirnos mejor.
En un artículo, publicado en la revista Psychological Science, los investigadores exploraron los beneficios de dar, pero de manera no material.
Cuando hablamos de dar, pero de manera no material, hacemos referencia a conductas que inevitablemente involucran tiempo.
Algunos ejemplos de estas conductas para sentirnos mejor, pueden ser:
- Cuidar a una persona enferma.
- Dar consejos.
- Pasar tiempo con personas en albergues.
- Participar en actividades ecológicas.
- Por mencionar algunas actividades que pueden ayudar para sentirnos mejor.
Al leer esto, muchas personas de forma casi automática argumentarán no tener tiempo para poder dedicarlo a los demás.
Pero diferentes estudios han demostrado que los beneficios de dar tampoco se limitan al comportamiento prosocial o al bienestar en general.
Por ejemplo, una solución para la sensación de que uno no tiene suficiente tiempo es regalar parte de él.
En un artículo publicado en la revista Psychological Science, los investigadores estudiaron la forma en cómo poder aumentar el sentido subjetivo del tiempo de las personas.
En cuatro experimentos, los investigadores compararon los efectos de: pasar tiempo con otras personas con los efectos de “perder” el tiempo, pasar tiempo con uno mismo y ganar tiempo libre.
Los investigadores, descubrieron que cuando una persona dedica tiempo a los demás, incrementa su percepción acerca del tiempo libre del que dispone.
La explicación de este efecto, parece ser un impulso en la autoeficacia, es decir, la confianza en la propia capacidad para realizar comportamientos que alcanzarán objetivos.
Por lo tanto, los resultados de sus estudios sugieren que:
Dar tiempo hace que las personas estén más dispuestas a involucrarse en compromisos futuros a pesar de sus apretadas agendas.
Retomando la cuestión inicial acerca de los beneficios de dar de manera no material.
En la publicación de la revista Psychological Science, se explica que dar de manera no material, es especialmente valioso cuando brindar atención es una elección impulsada internamente y, además, se percibe que tendrá impacto positivo en el beneficiario.
Los investigadores afirman que:
“Si percibimos que el apoyo se brinda libremente y es efectivo para ayudar a la otra persona, es probable que veamos efectos más fuertes en nuestra salud”.
“Mientras que si nos sentimos obligados a dar y el apoyo no fue efectivo para ayudar a otra persona, no tendrá los mismos efectos en la salud”.
Entonces, uno de los principales beneficios de dar a los demás, se relaciona con un incremento del nivel de bienestar.
Una posible explicación para este efecto podría ser que dar y participar en comportamientos prosociales hace que aumente la conexión social, lo que activa el sistema opioide del cuerpo que conduce al bienestar.
El sistema opioide en el cuerpo humano controla el dolor, los comportamientos adictivos y las recompensas, por medio de las acciones de los receptores opioides.
Los comportamientos prosociales, son los comportamientos dirigidos a satisfacer la necesidad de apoyo físico y emocional de otras personas.
Algunas investigaciones anteriores realizadas en animales sugieren que el comportamiento de dar está mediado por los opioides.
En un artículo de 2018 publicado también en la revista Psychological Science, se revisaron estudios en animales sobre los mecanismos neuroquímicos que median la conexión social, y también, una teoría que sugiere que los opioides están involucrados en los sentimientos de unión social en los humanos.
En estos estudios, se descubrió que los opiáceos afectan los sentimientos sociales, los comportamientos y las percepciones en las experiencias sociales tanto positivas como negativas.
Los resultados, sugieren que la conexión social puede provocar una experiencia similar a la de tomar fármacos de tipo opiáceos, con una avalancha de actividad neuroquímica que aumenta nuestro bienestar social.
Los fármacos opiáceos u opioides son drogas que se usan para tratar el dolor tales como la morfina o la codeína.
Y por el contrario, los resultados sugieren que cuando experimentamos desconexión social, nuestra angustia y ansiedad pueden aumentar afectando el bienestar.
Otros estudios de tipo farmacológico sugieren que la naltrexona, un medicamento que inhibe la acción de los opioides, parece reducir los sentimientos de calidez, placer y conexión social que pueden inducirse al sostener un objeto caliente.
En general, la investigación indica que participar en conductas prosociales, tales como cuidar a los demás o dar consejos, puede mejorar la salud y el bienestar.
Los beneficios de dar consejos.
Una actividad para sentirnos mejor es ayudar a los demás aconsejándolos, esta es una actividad que reporta importantes beneficios tanto para la persona que los da como para la persona que los recibe.
Todos tenemos experiencia en diferentes áreas, y muchas personas buscan día con día consejos que les permitan mejorar o adquirir nuevas habilidades.
Entonces, dar consejos puede ser una actividad para sentirnos mejor.
De manera similar, dar consejos podría tener un mayor impacto en el comportamiento que recibirlos.
En un estudio publicado en la revista Psychological Science, los investigadores encontraron que “las personas con dificultades estaban más motivadas por dar consejos que para recibirlos”
En un experimento realizado entre estudiantes de secundaria, los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos:
Al primer grupo de estudiantes de secundaria se le pidió dar consejos a estudiantes más jóvenes.
Al segundo grupo se le pidió recibir consejos de maestros expertos.
El resultado de este estudio revelo que aquellos estudiantes de secundaria a los que se les pidió dar consejos terminaron dedicando más tiempo a sus tareas durante el mes siguiente, en comparación con los estudiantes que recibieron consejos de maestros expertos.
En otros dos experimentos similares realizados con participantes adultos que deseaban ahorrar dinero, controlar su temperamento, perder peso o buscar empleo, también, dieron consejos a otros que enfrentaban problemas similares o recibieron el asesoramiento de expertos.
Nuevamente, aquellos adultos que dieron consejos se mostraron más motivados para lograr sus objetivos en comparación con aquellos adultos que recibieron consejos de expertos.
Participar en actividades positivas.
También se ha demostrado que participar en actividades positivas simples e intencionales, como practicar la bondad y expresar gratitud, aumenta nuestra felicidad.
En un artículo publicado en la revista Psychological Science, los investigadores descubrieron cómo las actividades positivas ayudan para sentirnos mejor.
Ese efecto parece depender de las características de las actividades positivas, por ejemplo, su frecuencia, intensidad y variedad, las características de la persona, por ejemplo, su motivación, esfuerzo y personalidad y la adecuación entre la persona y la actividad.
Ciertas actividades generalmente pueden aumentar el bienestar de las personas, pero la persona adecuada que participa en la actividad correcta puede experimentar un incremento en las emociones, pensamientos y comportamientos positivos, sentirse más satisfecha y, en última instancia, experimentar un mayor bienestar.
¿Cómo motivar la conducta de dar?
Probablemente no te sientas motivado para dar a los demás.
Pero si reflexionas acerca de esta conducta puede ayudarte a iniciar una nueva aventura que dará un sentido positivo a tu vida.
En un estudio se pidió a recaudadores de fondos universitarios que escribieran entradas de diario durante una semana sobre experiencias recientes en las que habían recibido beneficios de otras personas o les habían dado beneficios a otras personas.
Los investigadores encontraron que aquellos participantes que escribieron sobre sus experiencias de donación aumentaron su comportamiento prosocial objetivo, medido por el tiempo dedicado a realizar llamadas voluntarias para ayudar a la universidad en las 2 semanas posteriores al ejercicio de escritura.
En otro estudio, los investigadores obtuvieron el mismo patrón de resultados en un estudio de laboratorio.
Usando una plataforma en línea, pidieron a los participantes que enumeraran tres formas en las que habían brindado o recibido ayuda recientemente.
Al pasar un mes después de haber completado el estudio, los participantes fueron al laboratorio a recibir sus pagos, también, recibieron un formulario que describía los efectos del terremoto y del tsunami de 2011 en Japón.
Cuando se les preguntó si les gustaría hacer una donación a una iniciativa de ayuda para las víctimas del terremoto, los participantes eran más propensos a donar si habían reflexionado sobre dar ayuda, en comparación con aquellos que habían reflexionado sobre recibir ayuda.
Estos resultados sugieren que el acto de reflexionar sobre la conducta de dar, en lugar de recibir, también puede conducir a incrementar la posibilidad de ayudar.
Otros estudios han demostrado que gastar dinero en otros puede ser más satisfactorio y puede aumentar la felicidad más que gastar dinero en uno mismo.
Este efecto, sugiere que las personas que luchan por la felicidad pueden tener más éxito si hacen cosas por los demás.
Finalmente, dar parece tener efectos específicos en las respuestas físicas al estrés.
Investigadores demostraron en un estudio que las personas que escribieron una nota de apoyo a un amigo experimentaron una reducción en las respuestas del sistema nervioso cuando se enfrentaron a una tarea estresante, en comparación con las personas que habían escrito sobre su ruta a la escuela o al trabajo.
Estas respuestas reducidas del sistema nervioso simpático al estrés podrían tener efectos beneficiosos para la salud, como la disminución de la presión arterial.
Si hay efectos negativos por no dar, sigue siendo una pregunta abierta.
Pero, si realmente queremos dar a las personas, pero nos sentimos bloqueados para dar por cualquier razón, eso probablemente sea malo para la salud a largo plazo.
Por ejemplo, si sabes que un familiar o un amigo está luchando con una enfermedad, pero no puedes ir a su casa, ayudarle y darle un abrazo, eso sin duda te afectaría a largo plazo.
Pero este es un escenario extremo y sabemos que hay otras formas de dar a las personas.
De hecho, las personas que realizan pequeños actos de bondad, tales como agradecer a un trabajador o donar tiempo o dinero a una empresa necesitada, tienden a experimentar menos soledad 3 meses después que las personas que no lo hacen.
Resumen ¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor?
En este artículo hemos explorado los beneficios de dar a los demás para sentirnos mejor.
Vimos que para sentirnos mejor no es necesario o fundamental contar con un excedente de efectivo para invertir en nuestros objetivos.
Dar a los demás es una conducta que produce beneficios dobles.
Por un lado, podemos mejorar la calidad de vida de las personas con alguna necesidad y, por otro lado, se ha demostrado que al hacerlo tenemos la posibilidad de darle un sentido positivo a nuestra vida.
Compartir con otros nuestro tiempo, nuestras habilidades o simplemente nuestra disponibilidad para escuchar son conductas prosociales que incrementan positivamente la salud mental y que podemos hacer para sentirnos mejor.
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Referencias:
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