La ira es una emoción que suele relacionarse con problemas, en este artículo trataremos aspectos fundamentales para entenderla, su función, características, consecuencias y mucho mas.
Iniciaremos por establecer:
¿Qué son las emociones?
Las emociones son un disparador que activa en nuestro organismo diversas respuestas fisiológicas.
Estas respuestas fisiológicas nos preparan para reaccionar y adaptarnos a nuestro entorno.
En el caso de la Ira, estas respuestas fisiológicas son:
- Estimulan nuestro organismo.
- Provocan un incremento en el ritmo cardiaco.
- La presión sanguínea se eleva.
- Incrementa la temperatura.
- El ritmo de la respiración también incrementa.
- Esta emoción aparece de forma intensa debido a nuestra percepción acerca de los acontecimientos.
Por lo tanto, nuestra percepción tiene un papel fundamental en la activación de las emociones – respuestas fisiológicas.
El manejo de nuestras emociones se aprende durante la infancia y perfecciona durante nuestro desarrollo.
Estudios científicos han demostrado que nuestros padres influyen directamente en este proceso de aprendizaje.
Independientemente de esta influencia, cada persona es responsable de adoptar los mecanismos que le permitan controlar sus emociones.
¿Qué es la Ira?
Es una emoción que se ha catalogado como una emoción básica o primaria.
Aunque no existe un consenso general respecto a su concepto, todas las definiciones contienen los siguientes puntos:
- Es una reacción de estrés.
- Sentimientos de insatisfacción con algo que ocurre.
- Atribuciones o interpretaciones negativas reales o imaginarias.
- También está relacionada con nuestras expectativas individuales respecto de las experiencias.
- Suele aparecer cuando somos o nos sentimos bloqueados para conseguir alguna meta o para obtener o satisfacer una necesidad.
¿Qué hace que las personas pasen del mal humor a la Ira?
Son múltiples las causas que podemos señalar como potenciadores de esta emoción y estas suelen variar de persona a persona, veamos las más “comunes”.
- Entorno Social
- Genética
- Baja tolerancia a la frustración.
- Invasión de espacio físico o psicológico.
- Pérdida de oportunidades.
- Estrés
- Encuentros degradantes o abusivos.
- Expectativas no cumplidas.
- Pensamientos.
- Algunos acontecimientos son inevitables y la aparición de emociones desagradables o displacenteras como el mal humor o el enojo es algo natural.
Nuestros pensamientos convierten las situaciones “malas” en situaciones peores.
También, para algunas personas es común reconstruir (mediante sus pensamientos) los acontecimientos de forma negativa de tal forma que le producen más enojo e insatisfacción.
Estos pensamientos suelen aparecer en su mente de forma recurrente casi obsesiva lo cual les facilita enojarse, permanecer de mal humor y tornarse iracundos.
¿Cuál es la función de la ira?
Se relaciona con funciones adaptativas tales como:
- Organización y regulación de procesos psicológicos internos
- Procesos fisiológicos relacionados con la autodefensa,
- Regulación de conductas interpersonales y sociales.
En otras palabras, permite adoptar los mecanismos necesarios para defendernos de aquellas personas, eventos o circunstancias que percibimos como una amenaza o provocación.
Es considerada como una emoción que puede llegar a provocar hostilidad.
Cuando la hostilidad se expresa, se presenta como un comportamiento agresivo cuya intención es destruir o atacar aquello que lo ocasionó.
¿Cómo expresas la Ira?
Existen tres tipos de respuesta o formas de expresión:
- Respuesta Agresiva; responder con insultos, violencia.
- Respuesta Inhibida; responder sin hacer nada, mirar hacia el suelo y no decir nada.
- Respuesta Asertiva; Tomarlo con calma, tranquilamente.
- Muchas personas suelen reaccionar con respuestas agresivas o inhibidas.
Evidentemente lo correcto es responder asertivamente en nuestro beneficio y el de las personas con las que interactuamos.
¿Cuáles son las consecuencias de no controlar la Ira?
Son muchas las personas que acuden a psicoterapia debido a las consecuencias que surgen por no controlar esta emoción en sus vidas.
La frecuencia, intensidad y duración de la emoción son factores clave en el impacto que tendrá en la vida de la persona y las personas con las que se relaciona.
Si estos tres factores relacionados con esta emoción entorpecen, bloquean o generan problemas en tus relaciones, entonces esta emoción se ha convertido en una especie de patología.
No saber gestionarla y no aprender a controlarla tiene un impacto directo en la forma en la que nos relacionamos.
Algunos impactos negativos de esta emoción son:
- Conflictos en las relaciones interpersonales y familiares,
- Disminución en el desempeño de la persona en el ámbito laboral o escolar
- Disminución de la autoestima
- Incremento en las conductas negativas.
- Disminución en el nivel de satisfacción.