Rumiación mental.
La rumiación mental, es un proceso de pensamiento recurrente, en el cual se dirige la atención a situaciones cuyo contenido emocional es negativo, frecuentemente asociado con temáticas de amenaza, pérdida o injusticia.
De hecho, hablamos del estilo de respuesta rumiativo, no debemos confundirlo con el trastorno de rumiación.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSMV, el trastorno de Rumiación se caracteriza por la regurgitación repetida de alimentos.
La comida tragada previamente, que puede estar parcialmente digerida, sé devuelve a la boca aparentemente sin náuseas, ni desagrado.
La comida se puede volver a masticar para después escupirse o tragarse.
Por esta razón hemos utilizado el término rumiación mental, exclusivamente para poder diferenciarlo del trastorno de rumiación.
Veamos un ejemplo de la rumiación mental:
En otras palabras, tienes una discusión con un familiar y en ese momento te quedaste sin palabras, congelado, por alguna razón no pudiste defender tus derechos, exponer tu punto de vista o algo más.
Tiempo después te invade el recuerdo de aquella situación y probablemente te culpas por no decir nada, piensas en lo que debiste decir, y sientes rabia, impotencia, culpa y más.
Intentas pensar en otra cosa, pero no puedes evitar pensar en lo mismo una y otra vez y sentir rabia, enojo, culpa y más.
Pues bien, en este articulo vamos a analizar la rumiación mental o pensamiento rumiativo, su influencia negativa en tu calidad de vida y su relación con el desarrollo de trastornos psicológicos.
La Rumiación mental.
Susan Nolen-hoeksema evidenció que las mujeres tendían a participar en un estilo de respuesta rumiativo con más frecuencia que los varones. Sugirió que la rumiación actúa como un factor causal de depresión que aumenta la tasa de ocurrencia entre las mujeres
La rumiación y la Teoría del Estilo de Respuesta.
De acuerdo con esta teoría, la rumiación mental consiste en dirigir la atención de forma repetitiva y pasiva en situaciones con contenido emocional negativo que contribuye a la severidad y el mantenimiento de los síntomas del trastorno depresivo.
Estos pensamientos se caracterizan por:
- Referirse a los antecedentes del ánimo negativo.
- No se dirigen a cierto objetivo ni a un plan para corregir las acciones que producen el estado de ánimo negativo.
- Están asociados a una conducta de retracción social.
Se ha demostrado que las personas con rumiación mental se centran repetitivamente en las causas, significados y consecuencias de los síntomas depresivos incrementando su malestar anímico.
Para esta teoría, la rumiación es una estrategia de afrontamiento disfuncional frente a estados de ánimo negativo que implica una atención autoenfocada, tanto en los pensamientos como en las emociones.
Entonces, la rumiación mental no sólo incluye contenido de tipo verbal, sino también cualquier tipo de contenido emocional, imaginario o respuesta fisiológica que implica un tema común, recurrente, de proporción excesiva a las demandas inmediatas del medio ambiente.
La rumiación está relacionada con diferentes trastornos mentales como depresión, ansiedad y estrés.
La rumiación y la teoría del progreso objetivo.
La Teoría de Progreso Objetivo afirma que la rumiación mental no es una reacción a un estado de ánimo, sino una respuesta a la falta de progreso satisfactorio hacia un objetivo.
La teoría propone que la rumiación y la depresión están impulsadas por la experiencia de fracaso.
Es decir, la rumiación está relacionada con objetivos incumplidos, es decir, cuando las personas se encuentran lejos de alcanzar una meta pautada.
La rumiación mental aumenta cuando el progreso obtenido difiere de las expectativas.
Por el contrario, las personas raramente rumian cuando avanzan hacia sus metas.
También, se establece que las personas tienden a rumiar con consecuencias negativas debido a los eventos estresantes.
Rumiación y reflexión.
No todo proceso autoenfocado de pensamiento es desadaptativo.
La reflexión es el proceso introspectivo que tiene como propósito el participar en la resolución de problemas para mejorar el estado anímico.
Es decir, hay una focalización de la atención en sí mismo y una actividad evaluativa de las dificultades vividas con el fin de implementar soluciones eficaces.
Es por ese motivo que el proceso de reflexión tiene una función adaptativa destacada.
La reflexión entonces no es un proceso desadaptativo; en cambio, la exclusiva focalización en el malestar acompañado de la evaluación y crítica hacia sí mismo incrementa la presencia de estados de ánimo depresivos.
Diferencia entre la rumiación y el pensamiento repetitivo.
El pensamiento repetitivo se define como “pensar con atención, de manera repetitiva con frecuencia acerca de uno mismo y su mundo”.
Pero el pensamiento repetitivo puede incluir respuestas cognitivas tanto adaptativas como desadaptativas.
En una revisión, propuso un modelo para la diferenciación de las formas perjudiciales y útiles de pensamiento repetitivo.
Éste varía en tres dimensiones: valencia, contexto y nivel de conceptualización.
Según este autor, la rumiación mental tiene una valencia negativa, se produce en un contexto
negativo y se caracteriza por un nivel abstracto de conceptualización.
Rumiación y preocupación.
Al igual que la rumiación, la preocupación es también una forma de pensamiento negativo.
Es una característica del trastorno de ansiedad generalizada y se la ha definido como:
Una cadena de pensamientos e imágenes negativas y relativamente incontrolable referidos a situaciones cuyo resultado es incierto.
Diversos enfoques teóricos conceptualizan la preocupación como una forma de evitación, como una forma disfuncional de resolución de problemas, o bien como una actividad de afrontamiento, y se ha relacionado con la intolerancia a la incertidumbre
Existen similitudes conceptuales claras entre la rumiación mental y la preocupación, en ambas se presentan cadenas de pensamientos negativos repetitivos e intrusivos.
Sin embargo, los estudios han demostrado que los contenidos de la preocupación y la rumiación son distintos, los pensamientos acerca de la preocupación a menudo se centran en el intento de resolución de problemas y tienen una orientación hacia el futuro, mientras que los temas rumiativos están más vinculados a situaciones de pérdida o fracaso y están centrados en el pasado.
Sin embargo, otros autores unifican ambos procesos.
Plantean que el pensamiento negativo repetitivo se caracteriza por dirigirse a los problemas actuales, pasados o futuros o experiencias negativas pasadas o previstas que muestra tres características fundamentales:
- El pensamiento es repetitivo
- Intrusivo
- Es difícil modificar.
Efectos negativos de la rumiación.
Los diversos estudios han demostrado que la rumiación afecta negativamente tanto el ánimo como la memoria autobiográfica y dificulta la resolución de problemas.
Asimismo, los efectos negativos de la rumiación tendrían relación con
- Amplificación de los pensamientos negativos.
- Predicciones negativas acerca del futuro.
- Interrupción del procesamiento para la resolución de problemas.
- Interferencia del afrontamiento activo.
- Mantenimiento y la potenciación de los estresores negativos.
- Disminución del apoyo social a largo plazo.
Trastornos mentales relacionados con la rumiación.
El principal trastorno psicológico relacionado con la rumiación mental es la depresión.
En el trastorno bipolar las personas presentan un estilo de respuesta rumiativo, especialmente en un episodio depresivo.
El trastorno de ansiedad generalizada la rumiación incide en el mantenimiento de los síntomas.
Otro trastorno emocional vinculado con el estilo de respuesta rumiativo es el trastorno obsesivo compulsivo.
Fuentes de consulta:
Pimentel, M., & Cova, F. (2011). [Depressive rumination and worry in the development of depressive and anxious symptoms in university students]. Terapia Psicológica, 29(1), 43–52. https://doi.org/10.4067/S0718-48082011000100005
Ley, BM (2005, 1 de noviembre). Sondeando el ciclo depresión-rumia. Monitor de Psicología , 36 (10). https://www.apa.org/monitor/nov05/cycle